Ignorancia política vs. seguridad nacional
Hace un par de días se conoció que la fiscalía de Guatemala solicitó Circular Roja de Interpol para extraditar al exministro de Defensa Iván Velásquez y la Fiscal Luz Adriana Camargo, solicitud que es tan improcedente que la Interpol ya se negó a emitirla y Naciones Unidas aclaró que los miembros de la Comisión de Investigación contra la Corrupción de la Misión de Naciones Unidas tienen inmunidad procesal por su actuación.
SEGURIDADPOLÍTICA
Nicolás A. Rojas Pardo
6/4/20254 min read


Hace un par de días se conoció que la fiscalía de Guatemala solicitó Circular Roja de Interpol para extraditar al exministro de Defensa Iván Velásquez y la Fiscal Luz Adriana Camargo, solicitud que es tan improcedente que la Interpol ya se negó a emitirla y Naciones Unidas aclaró que los miembros de la Comisión de Investigación contra la Corrupción de la Misión de Naciones Unidas tienen inmunidad procesal por su actuación.
Es decir que esta orden de captura no tiene valides jurídica para el mundo y es un claro acto de retaliación política por efectos de las investigaciones contra la corrupción que adelantaron los funcionarios en ese país como parte de una misión de investigación de las naciones unidas.
Pero lo que realmente sorprende es que una candidata presidencial haga declaraciones diciendo que extraditaría a los dos funcionarios como se puede ver en la siguiente imagen. Esto solo demuestra su poco o nulo conocimiento de asuntos de seguridad nacional y desprecio por los intereses nacionales de Colombia.


Como país tenemos que entender que hay funcionarios y exfuncionarios que por sus conocimientos y labores tienen que ser protegidos, ya que sus conocimientos en manos de una nación extranjera pueden generar un grave riesgo a la seguridad nacional y convertirse en un riesgo y debilidad para que Colombia alcance sus objetivos nacionales, entre ellos garantizar su propia soberanía.
Y estas palabras de la candidata Vicky Dávila generan un riesgo potencial de seguridad porque, si ella llegara a ganar, estaría dispuesta a entregar al hombre que tiene todos los detalles de la composición del ejército, redes de inteligencia y contra inteligencia del Estado, estaría dispuesta a darle a una nación extranjera toda la información sobre las capacidades defensivas del Estado Colombiano, para que las estudie y determinen sus vulnerabilidades.
Y claro, con Guatemala un país pequeño y pobre, con pocas capacidades militares y económicas el riesgo es mínimo, pero ¿Qué pasaría si la solicitud fuera desde Venezuela, Brasil o Perú? naciones vecinas que sí tienen esas capacidades para afectar la seguridad nacional de Colombia ¿O si la solicitud llegara de potencias como China, Rusia, Estados Unidos o Irán? También el solo hecho de pensar entregar tal información es un riesgo y una debilidad para la seguridad del Estado y nuestra soberanía.
Es como si el gobierno Norteamericano estuviera dispuesto a entregar a Rusia a un general que manejó el sistema de respuesta nuclear, solo porque la fiscalía de dicho país lo acusa de algún delito. Es impensable es inimaginable que el gobierno norteamericano estaría dispuesto a generar tal vulnerabilidad de seguridad a su país.
Esto, trayéndolo a nuestra realidad, nos lleva a hacer un llamado a los políticos colombianos porque los ellos deben entender que la seguridad nacional no es un juego para andar rifándola en busca de votos, porque están poniendo en peligro la seguridad del Estado y la soberanía de Colombia.
Y por ende, la reflexión es a entender que hay funcionarios inextraditables. No importa el país, no importa porque se les acuse, su único juez posible son las cortes colombianas, porque de otra forma estaríamos poniendo en peligro nuestra soberanía. Entre esos funcionarios que solo pueden ser juzgados por cortes colombianas están el presidente, los expresidentes, todos los generales y ex generales, la fiscal y ex fiscales, los magistrados de todas las altas cortes, los ministros y viceministros de las carteras de defensa, hacienda, interior, relaciones exteriores, transporte, minas y los congresistas que sean parte de las comisiones segundas y de las interparlamentarias de crédito público. Porque sus conocimientos de los activos estratégicos del país y de la realidad política nacional son un riesgo de seguridad en manos de cualquier nación extranjera. Esta postura tiene que mantenerse sin importar su partido e ideología, porque debemos primar nuestra seguridad y soberanía nacional. Antes que ser de izquierda o de derecha, liberales o conservadores somos colombianos.
Por último para cerrar esta reflexión vale la pena recordar la frase de Benjamín Herrera “La patria por encima de los partidos”, dicha hace un poco más de cien años por el prócer liberal como una expresión de que es preferible buscar la estabilidad nacional, la seguridad y soberanía nacional que dejarse llevar por las ideologías y búsquedas mezquinas por el poder. Porque si nos cegamos de lo realmente importante, si omitimos que ante todo somos colombianos y compartimos por ende un destino en común nos podemos autodestruir cegados por la ideología y la mezquindad política.
Hay debates políticos que tienen que hacerse y pensarse desde la nación y no desde la postura ideológica; como colombianos tenemos que exigirle a los políticos y candidatos tener conocimientos básicos de temas de seguridad nacional, o como mínimo la humildad para callar y dejarse asesorar de los que conocen de estos temas y dedican toda su vida adulta a la búsqueda de la seguridad y soberanía nacional. Si no somo capaces de exigir esa altura política, la ignorancia y mezquindad partidista nos pueden llevar a nuestra autodestrucción como nación.
Nicolás Rojas Pardo
Análisis macroeconómico y asesoría en políticas ambientales, políticas fiscales y legislativa.
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