La Crisis de la Salud y las Cajas de Compensación

La salud está en crisis y es algo que todo el país sabe, pero lo que parece omitirse es que esta crisis no es nueva; realmente la Ley 100 que logró una cobertura de casi el 100% generó un problema de inestabilidad financiera estructural del sistema, no por nada desde su aprobación a la fecha casi cien EPS se han liquidado o han desaparecido del mercado. El problema es tan estructural que en el 2009 el expresidente Uribe tuvo que decretar la emergencia social para atender este problema.

Lo cierto es que en términos generales las EPS han sido profundamente incapaces de administrar los recursos y los riesgos financieros asociados a la salud, y el último informe de la Contraloría puso en manifiesto que estamos cerca un cataclismo del sistema. Querer negar que el sistema de salud requiere una reforma es como querer ocultar el sol con un dedo.

Pero el problema actual que tiene el sistema de salud posee un componente que parece que se omite intencionalmente. De las veintinueve EPS existentes, diez son de cajas de compensación familiar o guardan relaciones accionarias con la mismas siendo la más destacada la Nueva EPS. Pero de las nueve EPS intervenidas, cinco son de cajas de compensación familiar o guardan relación con las mismas.

En esta lista tenemos:

Nueva EPS (11.546.853 afiliados) cuyos accionistas son: Cafam, Colsubsidio, Compensar, Comfenalco Valle, Comfenalco Antioquia, Comfandi mas el Ministerio de Hacienda.

Famisanar (2.745.600 afiliados) cuyos accionistas son: Cafam, Colsubsidio.

Savia Salud (1.689.250 afiliados) cuyos accionistas son: Comfama, Alcaldía de Medellín y Gobernación de Antioquia.

SOS Servicio Occidental de Salud (753.480 afiliados) cuyos accionistas son: Comfandi, Comfamiliar, Confa y Comfenalco.

Capresoca (171.667 afiliados) cuyos accionistas son: Caja de Compensación Familiar de Casanare y Gobernación de Casanare.

Por otro lado, tenemos el caso de la EPS Compensar que ha solicitado su retiro voluntario. Lo que quiere decir que la caja de compensación decidió salir del mercado y liquidar su EPS y dedicarse exclusivamente al negocio de los planes complementarios de salud, y aunque se puede cuestionar esta decisión o estar de acuerdo, lo cierto es que la EPS Compensar tiene dos millones de afiliados que deberán ser trasladados para garantizar su servicio, algo que aumentará la presión y estrés en el sistema en un momento de alta debilidad.

Pero si nos ponemos minuciosos, solo una EPS de las cajas de compensación cumple con los requisitos financieros de la ley: la EPS Comafaoriente de la caja de compensación del mismo nombre. Según el informe de la Contraloría, el resto incumple como mínimo uno de los tres requisitos establecidos (capital mínimo, patrimonio adecuado y reservas técnicas). Esto es importante porque según Asocajas para el 2024 el 41% de los afiliados estaban en alguna de las EPS de las cajas de compensación familiar.

Así mismo, según los datos de la Contraloría, la deuda de las EPS con los diferentes hospitales del país haciende a 32 billones de pesos, de los cuales 24.4 billones de pesos son de las nueve EPS intervenidas. Pero si discriminamos, vemos como la Nueva EPS adeuda un poco más de 9 billones, Famisanar adeuda 2.8 billones, Savi Salud 1.2 billones, SOS 1.1 billones y Capresoca 309 mil millones. Es decir, las EPS de cajas de compensación intervenidas suman una deuda de 14.87 billones de pesos (esto sin contar otras deudas como medicamentos). Aunque dado que la Nueva EPS no reportó facturación y libros contables a la Contraloría al momento de hacer el informe, es posible que el valor sea mayor de lo aquí expuesto.

Pero esto es importante no solo porque está en peligro la estabilidad del sistema y está en riesgo la prestación de los servicios de salud de millones de colombianos o porque, como se ha sabido, la fiscalía ha encontrado casos de desvío de recursos, desfalco, maquillaje de libros contables, ocultamiento de deudas y facturas. Todo en sí es muy grave, además de ser recursos públicos del sistema de salud, si lo piensan un segundo, el capital que fundó éstas EPS viene del pago de los impuestos parafiscales que los trabajadores pagamos mensualmente a las cajas de compensación.

En otras palabras, no solo se han manejado mal los recursos de la salud de los colombianos, sino que también se puso en peligro los recursos del subsidio familiar que administran las cajas de compensación familiar que están implicadas accionariamente con la Nueva EPS y las otras EPS intervenidas.

Porque, aunque en derecho se diga que las cajas de compensación son empresas privadas sin ánimo de lucro, en la práctica administran recursos públicos y son las responsables del subsidio familiar y todo valor que invierten las cajas de compensación en el fondo es un recurso publico que proviene del pago de un impuesto y por ende los recursos que están en juego son recursos públicos. En sítesis, aquí no hay un solo peso privado en juego. Todos los recursos son públicos, todo el capital que está en riesgo se originó del pago de los impuestos que salieron de los bolsillos de los colombianos de una forma u otra.

Y aunque no se puede afirmar con plena certeza hasta qué punto el descalabre financiero de la salud afectará la estabilidad financiera de las cajas de compensación implicadas, porque esto depende de varios tecnicismos legales de responsabilidad accionaria que dependerán caso a caso de cada EPS, si se genera la duda razonable si esta crisis podría extenderse y comprometer el subsidio familiar de los trabajadores colombianos.