Repensar la Informalidad

La economía colombiana arrastra un viejo lastre: la informalidad laboral. Más que un problema cultural, es producto de una legislación costosa y de baja productividad. ¿Podemos rediseñar las reglas del juego para que formalizarse sea viable y atractivo, en lugar de imposible?

ECONOMÍAEMPLEO

Nicolás A. Rojas Pardo

8/26/20254 min read

Informalidad en colombia economía empleo Nicolás Rojas tarifas impuestos
Informalidad en colombia economía empleo Nicolás Rojas tarifas impuestos

Una de las características menos agradables de la economía colombiana es su alta informalidad. Característica que no es nueva, que nos ha acompañado como un lastre constante y que se suele convertir en el centro de muchos debates políticos, como lo fue en la pasada reforma laboral.

Pero una de las cosas que más me sorprende es la poca claridad con respecto a qué es la informalidad y las causas de la misma, esta poca claridad del problema de la informalidad y sus orígenes se convierte en un escudo de políticos y opinadores para promover políticas que poco o nada de impacto tienen sobre la informalidad.

Por eso, primero hay que entender que la informalidad en términos generales es una consecuencia de una inadecuada legislación. Ya que todos, sin excepción, desde el vendedor de fruta de la esquina de mi casa hasta julio Mario Santo Domingo, estamos en el mercado y por ende sujetos a las dinámicas económicas del mercado sin posibilidad de salir del mismo.

Pero las diferentes actividades económicas y trabajos que se pueden realizar tienen que asumir unos costos para funcionar y obtener una rentabilidad, entonces, sobre este escenario económico aparece la legislación que impone una serie de costos, sea por medio del pago de impuestos pero también de licencias o permisos de operación, regulaciones o requerimientos que se deben cumplir. y Cómo nada es gratis, éstos se convierten en costos.

Y qué sucede cuando el costo de cumplir la legislación existente es tan elevado que elimina la ganancia o la reduce a tal punto que se pierde la racionalidad económica de la actividad económica, pues en este escenario suceden dos cosas; las personas buscan otra actividad económica mas rentable o evaden el cumplimiento de la norma. A este segundo grupo los llamamos “informales”.

Aquí es importante aclarar que informal no es sinónimo de ilegal, porque una actividad ilegal es aquella penada por la ley como el narcotráfico, pero una persona informal su actividad está permitida por la ley solo que no cumple todos los requisitos que estable la ley. Por ejemplo incumplir el código laboral al evadir el pago de seguridad social o incumplir el código comercial al no tener registro en la Cámara de Comercio, entre otros requisitos que puede establecer la ley.

Por ende, el origen de la informalidad es una legislación tan compleja y costosa que hace difícil que los comerciantes, emprendedores o trabajadores independientes la puedan cumplir. Pero también la baja productividad de la actividad económica es quien limita la generación de ganancias de los comerciantes, emprendedores y trabajadores independientes, y esto les impide asumir los costos de la legislación.

A partir de este análisis, cualquier política que busque atacar la informalidad debe tener dos grandes pilares; o se incrementa la productividad de las diferentes actividades económicas o se eliminan y/o reforman las legislaciones para facilitar su cumplimiento.

Ahora, hay que tener cuidado qué se reforma. Porque la Reforma Laboral del 2003 y el argumento de la oposición a la Reforma Laboral recién aprobada era que incrementar los costos laborales dando derecho a los trabajadores crea informalidad, y aunque es parcialmente cierto. la lógica es nefasta. Porque si todos fuéramos esclavos, no habría informalidad ya que no hay forma más barata de trabajo, pero ese no es un escenario ni deseado ni optimo.

Otra opción es revisar gran parte de la legislación como los tramites, certificados y evaluar si son necesario, si se pueden simplificar o simplemente eliminarlos. En la tabla al final del artículo se pueden detallar todos los requisitos que se deben realizar para una serie de negocios (no para todos). Muchos de ellos innecesarios, solo burocracia que se podría físicamente eliminar para facilitar y reducir los costos legales asociados de la actividad económica.

Pero también como se operan cierto tipo de tarifas o impuestos como es el caso Sayco y Acinpro, que en la práctica se volvió en un impuesto por tener radio, televisión y donde se genera un doble pago porqué los medios de distribución ya pagan Sayco y Acinpro ya sea radio, televisión o plataformas digitales. Pero también lo pagan los negocios que no se lucran directamente del valor que protege tal “impuesto”, volviéndose en últimas solo un costo adicional. Entre otra serie de tributos, tarifas y similares que generan sobre costos o incrementan la carga impositiva indirectamente.

Todos estos pequeños costos se terminan sumando y si el negocio o la actividad económica no logra cumplirlos automáticamente tiende a ser informal.

Es decir, deberíamos volver a lo básico y es que ser formal debe entenderse como pagar impuestos y garantizar seguridad social, todos los demás tramites son sobrecostos y trabas innecesarias que solo hacen más difícil alcanzar la formalidad.

De otro lado está la cuestión de dislocar el sostenimiento del sistema de salud, las pensiones, el SENA, las cajas de compensación y el ICBF del salario; es decir, que estos gastos estatales no se financien con un impuesto a la nómina, porque actualmente por medio de las contribuciones parafiscales de la nómina es que el Gobierno financia estas instituciones. Y aunque por medio de esta figura se han logrado avances sociales significativos y logros de bienestar social en los cuales no se pueden retroceder, lo cierto es que esta carga tiene el efecto de incrementar los costos operacionales de cualquier empresa en un rublo que suele ser el de mayor importancia para las mismas.

Pero este tema de la parafiscalidad de los salarios y el gasto social aunque se lee fácil es un tema complejo que se debe abordar en un espacio y columna propia mas adelante.

Fuente: Mesa Nacional de Tenderos